Somos una bodega pequeña.
Lo hacemos todo a mano.
Y nos gusta.
Por su origen geográfico, Atlante tiene una indudable influencia del mar sobre suelo volcánico, donde nuestro cultivo en cordón trenzado es el regalo que recibimos de nuestros antepasados.
Lo hacemos como siempre se ha hecho en esta zona del Valle de La Orotava, en el mismo lagar de hormigón que nos dejaron nuestros abuelos, pero con el conocimiento del proceso y con una idea muy clara de los vinos que queremos elaborar. Vinos sin artificios, auténticos… facilitando que el proceso natural tenga lugar con variedades y levaduras autóctonas.
La curiosidad por este mundo del vino nos ha llevado hasta Atlante, un proyecto que nace con respeto a la tierra y con el compromiso de ofrecer productos de calidad, elaborados a conciencia y servidos con cariño.